martes, 30 de mayo de 2017

ESQUELETOS EN EL CLÓSET

Poder y Amor son palabras mutuamente excluyentes.
Todos los hombres son mortales.
Sócrates era mortal.
Por lo tanto, todos los hombres son Sócrates.
Lo que significa que todos los hombres son homosexuales.
(Woody Allen)

Original de I. Cuevas
DRAMATIS PERSONAE

Nabor Restrepo        Homo politicus, con todas sus implicaciones.
Vanesa                       La no tan abnegada esposa de Nabor.
Julián Álvarez           Secretario particular de Nabor.
Genaro Villalongín   Asistente personal de Nabor.
Sr. Pancardo             Generoso patrocinador del partido de Nabor.
Sra. Pancardo           Conservadora esposa del Sr. Pancardo
Rosa                          La sirvienta de Nabor.
Don Vicente  (voz)   El jefe máximo
Los Reporteros        Revolotean alrededor de Nabor
Los Esqueletos        Viven en el clóset de Nabor.

INTRODUCCIÓN.                                                                                                                          
CUADRO 1. INT. COMEDOR RESIDENCIA NABOR.  NOCHE 


NUMERO MUSICAL CON BAILARINES DISFRAZADOS DE ESQUELETOS QUE SALEN DE UN CLÓSET, ILUMINADOS POR LUZ NEGRA; MIENTRAS VANESA TOCA SU SAXOFÓN. DESPUÉS DEL NÚMERO, SE APAGAN LAS LUCES.


EL COMEDOR DE UNA LUJOSA RESIDENCIA. TODO ESTÁ DISPUESTO PARA DAR UNA CENA ELEGANTE (CON CINCO LUGARES PUESTOS Y UNA CAMPANILLA DE METAL PARA LLAMAR AL SERVICIO). ENTRA VANESA, UNA MUJER DECIDIDA, QUE RONDA LOS TREINTA Y DOS AÑOS, TRAE PUESTO UN VESTIDO DE CÓCTEL. EN UN RINCÓN VISIBLE DEL COMEDOR, ESTÁ UN TELÉFONO INALÁMBRICO, EQUIPADO CON CONTESTADORA. POR AHÍ TAMBIÉN HAY UN MODULAR CON SU CONTROL REMOTO.

1.      VANESA: (PROYECTA) Nabor, apúrate, que los Pancardo ya vienen en camino.

2.      NABOR: (OFF, DESDE RECÁMARAS) Ya voy, estoy terminando de ponerme las mancuernillas.
(EFECTO= TIMBRE DE LA PUERTA)
VANESA SE APRESURA A ABRIR LA PUERTA.

3.      VANESA: Ah, caray… ya están aquí.

VANESA ABRE LA PUERTA, SON EL SR. Y LA SEÑORA PANCARDO, UN CONSERVADOR MATRIMONIO DE EDAD MADURA. ELLAS SE SALUDAN DE BESITO EN LA MEJILLA, MUY MODOSITAS. EL SR. PANCARDO TRAE SOMBRERO, LO DEJA SOBRE EL PERCHERO.

4.      SRA PANCARDO: Mi reina, ¡qué gusto verte!

5.      SR PANCARDO: Buenas noches, Vanesa… gracias por invitarnos a esta velada tan especial.

6.      SRA PANCARDO: Sabemos que ésta es una ocasión muy importante para ustedes.

7.      VANESA: Por supuesto, no todos los días se celebra la elección de un marido como diputado… (RISITAS CÓMPLICES DE TODOS) Y gracias a ustedes por venir.

EN ESO, SALE NABOR (HOMBRE MADURO, ATRACTIVO Y BIEN CONSERVADO) DE RECÁMARAS, LUCIENDO SU ESMOQUIN Y POR SUPUESTO, SUS MANCUERNILLAS.

8.      NABOR: Buenas, buenas noches… adelante, están en su humilde casa.

NABOR Y EL SR. PANCARDO SE SALUDAN CON UN EFUSIVO ABRAZO.

9.      VANESA: Bueno, pasemos a la mesa. La cena estará deliciosa, se los aseguro.

PASAN LOS CUATRO A LA MESA. ROSA, LA SIRVIENTA, PASA A SERVIR EL APERITIVO (VINO BLANCO) Y SE RETIRA.

10.    SRA PANCARDO: Veo que hay un lugar vacío… ¿esperamos a alguien más?

11.    VANESA: (MIRANDO A NABOR, COMO PREGUNTÁNDOLE) No que yo sepa.

12.    NABOR: Sí, falta que llegue el licenciado Álvarez, mi secretario particular.

HAY ALGO QUE MOLESTA A VANESA AL ESCUCHAR ESE NOMBRE, PERO DISIMULA.

13.    VANESA: Creí que ésta iba a ser una celebración en petit comité… sólo con los allegados más cercanos.

14.    NABOR: Lo sigue siendo… para mí, Julián Álvarez es como de la familia.

HAY UN PEQUEÑO SILENCIO INCÓMODO MIENTRAS LOS PANCARDO BEBEN DE SUS COPAS. VANESA MIRA A NABOR Y ÉSTE LE REHUYE LA MIRADA. VANESA SE APRESURA A LLENAR EL SILENCIO.

15.    VANESA: (A LOS PANCARDO) ¿Gustan unas ricas galletitas con paté? ¿Sí, verdad? (TOCA LA CAMPANILLA Y PROYECTA A COCINA) ¡Rosa, los canapés, por favor!

16.    SR PANCARDO: (LEVANTANDO SU COPA) Bueno, pues en lo que traen los canapés, propongo un pre-brindis por su reciente elección, licenciado Nabor… ahora diputado vía el sufragio popular.

17.    SRA PANCARDO: Oh, sí… brindemos, brindemos.

18.    VANESA: Por mi marido, antes senador… ahora diputado.

19.    NABOR: Muchas gracias por su gentileza, amables invitados. (A VANESA) Gracias amor, por todo tu apoyo.

VANESA, OLVIDÁNDOSE POR UN MOMENTO DEL LUGAR VACÍO EN LA MESA, ALZA SU COPA, GENUINAMENTE FELIZ.

(EFECTO= TIMBRE DE LA PUERTA)
SALE ROSA DE LA COCINA, A ABRIR LA PUERTA.

20.    NABOR: Debe ser Julián.

NABOR SE LEVANTA DE SU LUGAR PARA RECIBIR AL RECIÉN LLEGADO. ROSA ABRE LA PUERTA Y SE RETIRA A COCINA. PRECISAMENTE SE TRATA DE JULIÁN, UN HOMBRE QUE RONDA LOS VEINTICINCO, DE ROSTRO ATRACTIVO Y CUERPO PROMEDIO, DE CARÁCTER UN POCO RESERVADO. JULIÁN TRAE PUESTO UN SACO QUE NO SE QUITA AL LLEGAR, SINO QUE LO CONSERVA PUESTO DURANTE LA CENA.

21.    JULIÁN: Buenas noches a todos.

22.    NABOR: ¡Qué bueno que ya estás aquí, hombre!

JULIÁN Y NABOR SE SALUDAN EFUSIVAMENTE. APARENTEMENTE TODO ES NORMAL, PERO LA MIRADA ENTRE AMBOS HOMBRES REVELA QUE ENTRE ELLOS HAY UN LAZO MÁS PROFUNDO. LA INCOMODIDAD DE VANESA ES EVIDENTE, PERO ELLA DISIMULA. A PESAR DE TODO, LOS PANCARDO NO SE DAN CUENTA DE NADA.

23.    NABOR: Mira, Julián, ellos son el matrimonio Pancardo, que con sus generosos donativos apoyaron la campaña.

SALUDOS AD LIB ENTRE LOS PANCARDO Y JULIÁN.

24.    JULIÁN: (CORDIAL, A VANESA) Buenas noches, Vanesa.

25.    VANESA: (SECA) Buenas noches, Álvarez.

26.    NABOR: Bueno, ahora que estamos completos, pasemos a cenar.

JULIÁN Y NABOR SE APROXIMAN A LA MESA, NABOR LLEVANDO DEL BRAZO A JULIÁN. VANESA DESQUITA SU DESASOSIEGO GRITANDO HACIA LA COCINA.

27.    VANESA: (PROYECTA) Rosa, ¿qué pasó con los canapés?

JULIÁN SE SIENTA EN EL EXTREMO CERCANO A LA CONTESTADORA, JUSTO AL LADO DE NABOR, QUIEN A SU VEZ TIENE A VANESA A SU LADO. ROSA, APURADA, SALE DE COCINA, CANAPÉS EN BANDEJA. SIRVE Y SE RETIRA. TODOS COMIENZAN A SERVIRSE DE LA BANDEJA.

28.    VANESA: ¡Caramba, este servicio cada día está peor!

29.    SRA PANCARDO: Deja de eso, Vanesa… aparte de ir de mal en peor, ya no es tan fácil encontrar sirvientas decentes, como las de antes.

30.    SR PANCARDO: Deja de lo decentes, mujer… ¡ni siquiera son eficientes! Todo lo hacen con descuido y de mala gana.

31.    SRA PANCARDO: La decencia también es importante, Homero… aunque sean chachas, que sean de buenas costumbres… no que ahora salen con cada cosa… que si se embarazan del repartidor de periódicos de la esquina, o que si se fugan con el señor del gas estacionario… he sabido de cada historia, que bueno, ¿qué les puedo decir al respecto?

32.    SR PANCARDO: Yo me conformo con que tengan planchadas mis camisas a tiempo y mantengan limpia la casa.

33.    SRA PANCARDO: Tú porque no tienes que verles la cara en todo el día… ni aguantar sus peladeces.

34.    SR PANCARDO: (BROMEANDO) Ahora me explico porqué cada tres semanas veo una sirvienta distinta en la casa.

35.    NABOR: Bueno, señora Pancardo… no es por contradecirla, pero… en cierta manera coincido con su marido. (HABLANDO POR ÉL MISMO, EN CIERTA FORMA) Digo, lo importante es que cumplan con su trabajo, ¿no? Y ellas, como todo ser humano, pueden hacer de su vida privada lo que se les pegue la gana.

36.    SRA PANCARDO: Pero es que hay valores, licenciado… hay valores. Y esos son para mí, algo tan importante como la destreza que tengan las personas para llevar a cabo sus labores, se trate de chachas o de abogados importantes.

37.    VANESA: Bueno, sin embargo, creo que es innegable que, si bien los valores no han cambiado, las costumbres sí lo han hecho… de hecho, eso hasta en el uso de las palabras se refleja. Por ejemplo, tomen el caso de la palabra “antro”. En los tiempos de mis padres, decir “se la pasa en el antro” significaba que alguien iba camino a la perdición y todo mundo se escandalizaba… y ya ven ahora, es una palabra de uso muy cotidiano entre los jóvenes, que simplemente la utilizan para referirse a lo que nosotros llamábamos “discos”.

38.    SRA PANCARDO: Pues, discos o antros, para mí siguen siendo lo mismo… ambos son sinónimos de vicio y degeneración.

39.    SR PANCARDO: Vanesa en parte tiene razón, Berta… figúrense, la primera vez que mi hija mayor me dijo “¿Papá me dejas ir de antro?” Yo me quedé sin habla, pensando lo peor… (TODOS SE RÍEN) Al ver mi cara, ahí mismo ella me explicó lo que Vanesa acaba de decir… es la misma palabra, sólo que ahora tiene diferente significado.

40.    SRA PANCARDO: Ay, Homero… esas hijas tuyas con razón ya van por el tercer divorcio; con ese consentimiento que les diste… (REMEDA) “El antro, el antro”.

41.    SR PANCARDO: (CARRASPEA) Ejem, Berta… no es el momento para hablar de los problemas sentimentales de (RECALCA) nuestras hijas. Mejor cambiemos de tema.

42.    SRA PANCARDO: Sí, claro… pero antes me gustaría escuchar la opinión (VE A JULIÁN) del joven, que ha estado tan callado.

TODOS VOLTEAN A MIRAR A JULIÁN, ESPERANDO QUE DIGA ALGO. NABOR Y VANESA TENSOS.

43.    JULIÁN: (DESPUÉS DE UNA PAUSITA) Bueno, yo no tengo hijos… así que no creo estar en condiciones de opinar mucho al respecto. Ya lo ven, ni siquiera estoy casado.

44.    SRA PANCARDO: ¿Cómo? ¿Un muchacho tan guapo como usted no tiene mujer?

45.    NABOR: (AL QUITE) Pero el hecho de que no esté casado, no quiere decir que Julián no tenga novia.

46.    JULIÁN: (ORGULLOSITO) Pues no señora Pancardo, no tengo novia… y por el momento no me interesa tenerla.

VANESA INTENTANDO SUAVIZAR EL ASUNTO.

47.    VANESA: Pero nosotros ya le estamos buscando una, para que tan buen mozo no se desperdicie… y así traigan al mundo unos niños muy lindos.

48.    SRA PANCARDO: Y por cierto, querida… ¿ustedes cuando van a tener los suyos propios, sus propios “retoños”?

LA PREGUNTA HA TOMADO POR SORPRESA TANTO A VANESA COMO A NABOR. HASTA JULIÁN HA SENTIDO LA PEDRADA. SILENCIO INCÓMODO.

49.    SR PANCARDO: (TRATANDO DE CONTENER A SU MUJER) Por Dios, Berta… estamos aquí para celebrar la elección de Nabor, no para indagar porqué no han tenido familia. Sus razones tendrán, mujer.

50.    SRA PANCARDO: Bueno, yo sólo decía. Es que formarían un cuadro tan bonito.

51.    SR PANCARDO: Mejor cambiemos de tema… (ALZA SU COPA) ¡Salud! Por el Señor Licenciado Nabor Restrepo, diputado plurinominal por el decimoquinto distrito.

52.    TODOS: ¡Salud, salud!

MIENTRAS BEBEN DE SUS COPAS.

(EFECTO= TIMBRE DEL TELÉFONO)
53.    VANESA: Caramba, esta sí que es una velada agitada. ¿Verdad?

ENTRA EN ACCIÓN LA CONTESTADORA. TODOS, QUERIÉNDOLO O NO, PONEN ATENCIÓN AL MENSAJE QUE VAN A DEJAR.

54.    NABOR: (OFF, DE LA CONTESTADORA) Está usted llamando a la residencia del licenciado Restrepo, deje su mensaje. (PITIDO)

LA VOZ DEL QUE HABLA PERTENECE A UN HOMBRE DE FUERTE ACENTO NORTEÑO.

55.    VICENTE: (OFF, DE CONTESTADORA) Nabor, soy Vicente, ¿estás ahí, pela’o?

56.    SRA. PANCARDO: (EMOCIONADA) ¡Oh, Dios… llamada del Alto Mando!

MÁS PRONTO QUE INMEDIATAMENTE, NABOR SE LEVANTA DE SU ASIENTO. JULIÁN (QUE ESTÁ MÁS CERCA DEL TELÉFONO) TOMA EL INALÁMBRICO Y SE LO PASA A NABOR, GANÁNDOLE A VANESA EN SU INTENCIÓN DE TOMAR LA LLAMADA. TODOS A LA EXPECTATIVA.

57.    NABOR: (AL TEL.) Bueno… (PAUSA) Sí, don Vicente… (PAUSA) Claro don Vicente… (PAUSA) Por supuesto, don Vicente. (PAUSA) ¡Gracias, don Vicente! (PAUSA) Hasta entonces, don Vicente.

NABOR CUELGA, FELIZ. TODOS QUERIENDO SABER DE QUÉ SE TRATÓ LA LLAMADA, PERO NADIE SE ATREVE.

58.    SRA PANCARDO: (METICHE) Y, ¿qué dijo Don Vicente?

59.    SR. PANCARDO: Berta.

60.    NABOR: Ah, pues… nada, que el fin de semana Vanesa y yo estamos invitados a una barbacoa en el rancho de.

61.    TODOS: (MUY CONTENTOS) ¡Don Vicente!

62.    NABOR: Exactamente.

Vanesa besa a Nabor, en la mejilla.

63.    VANESA: ¡Cuánto gusto me da, amor!

64.    SR. PANCARDO: No’mbre, Nabor… si te pones abusado, de aquí en adelante, vas directo a la cima… el éxito te espera.

65.    SRA. PANCARDO: Siempre y cuando cuide sus pasos, porque los senderos de la política, pueden ser muy resbaladizos.

66.    SR. PANCARDO: “Bertita”, ¿por qué siempre, invariablemente, tienes que salir con una de tus típicas frasecitas irónicas?

67.    SRA. PANCARDO: Porque, “Homerito”, me considero una amiga cercana de Nabor y Vanesa… y creo que eso me da derecho a darles un buen consejo. (A LOS DEMÁS) Miren, lo cierto es que la gente ya no vota por las ideas de alguien, sino por la imagen que proyecta… todo es, como mi hijo dice, mer-ca-do-tec-nia… o publicidad, propaganda, como quieran llamarlo.

68.    VANESA: ¿Podría darnos un ejemplo concreto, señora Pancardo?

69.    SRA. PANCARDO: Por supuesto, miren… Si vivimos en una sociedad de huérfanos, pues te construyes la imagen de un padre bondadoso. ¿Vivimos en una sociedad que se siente culpable con la mujer? ¡Proponemos una para presidente! ¿Te rodea gente que ama a los animales? ¡Pues conviértete en uno, (CORRIGE) digo… en una persona que ama a los animales! Y así por el estilo… dale a la gente lo que quiere, para que te quieran.

70.    JULIÁN: Me parece injusto ese punto de vista, señora. Con todo respeto, creo que equivale a suponer que la gente se fía por las apariencias, lo superficial de sus candidatos… y no por la esencia de su pensamiento, sus ideales políticos.

71.    SRA. PANCARDO: En este momento usted me está dando la impresión de ser de otro planeta, joven.

72.    JULIÁN: Pues si creer todavía en que la sociedad es responsable de sí misma, es ser extraterrestre… sí, a lo mejor sí lo soy.

VANESA TRATANDO DE CONTROLAR LA SITUACIÓN.

73.    VANESA: Bueno, ya saben, como dice el dicho “en una fiesta, lo mejor es no hablar ni de política, ni de religión… ni de futbol”.

74.    SR. PANCARDO: Lástima, porque esos son los temas más sabrosos. Especialmente el futbol.

75.    VANESA: Y los más peligrosos, también.

76.    NABOR: Si me permiten hablar, creo que en todo caso, lo importante es que tanto en esta mesa, como en este país, se permita la libre expresión de todas las opiniones.

77.    JULIÁN: (AGREGA)…y de todas las minorías.

78.    SRA. PANCARDO: Aunque hay de opiniones a opiniones… (MIRA A JULIÁN, RETÁNDOLO)…y de minorías a minorías.

VANESA AL QUITE, TOMA UNA CAMPANILLA QUE ESTÁ CERCA DE AHÍ Y LLAMA AL SERVICIO.

79.    VANESA: (TOCANDO LA CAMPANILLA) Vaya, vaya… ha llegado la hora de servir el plato fuerte. (PROYECTA A COCINA) ¡Rosa, Rosa! Trae el pato a la naranja, por favor.

LAS LUCES SE APAGAN. TERMINA EL CUADRO.


LAS LUCES SE ENCIENDEN. ESTAMOS EN EL MISMO LUGAR, PERO LA CENA HA TERMINADO. VANESA Y NABOR TERMINAN DE DESPEDIRSE AD LIB. DE LOS PANCARDO. JULIÁN SIGUE AHÍ, SENTADO EN SU LUGAR. EL SR. PANCARDO OLVIDA SU SOMBRERO EN EL PERCHERO. NADIE SE DA CUENTA. CUANDO LOS PANCARDO HAN SALIDO Y LA PUERTA SE HA CERRADO, VANESA LANZA UN SUSPIRO DE ALIVIO.

80.    VANESA: Creo que a pesar de todo, la velada fue un éxito.

81.    NABOR: Es que tenemos una excelente anfitriona. (LE DA UN BESO EN LA MEJILLA A VANESA)

82.    VANESA: Gracias. (VA A COCINA) Voy por una copa a la cocina, ¿no se les ofrece algo?

83.    NABOR: No por el momento, querida.

VANESA SALE A COCINA. NABOR Y JULIÁN SE QUEDAN SOLOS.

84.    NABOR: De repente, pensé que ibas a darle de cachetadas a la señora Pancardo.

NABOR SE ACERCA A JULIÁN Y COMIENZA A “APAPACHARLO”. AHORA SE HACE OBVIO QUE SON PAREJA. TODO DEBE SER MÁS BIEN TIERNO, SIN CAER EN VULGARIDADES.

85.    JULIÁN: ¿Cómo crees? Está bien que es cuchillito de palo, pero no era para tanto… aún dentro de su mochería, dice cosas interesantes.

86.    NABOR: ¿Ya ves cómo es importante que haya libertad de expresión para todos?

87.    JULIÁN: Y eso nos incluye a nosotros.

JULIÁN Y NABOR SE BESAN.

88.    NABOR: Como que me estoy acalorando… ¿y tú?

89.    JULIÁN: Sí, desde hace rato como que el ambiente se puso medio pesado… (SE QUITA EL SACO, VEMOS QUE DEBAJO DE ÉSTE TRAÍA UNA CAMISETA CON LA BANDERA GAY, LA DEL ARCOIRIS; NO TRAÍA CAMISA) Ha de haber sido la vibra venenosa de la señora de Pancardo.

NABOR SE QUEDA ESTUPEFACTO AL VER LA VESTIMENTA DE JULIÁN.

90.    NABOR: Por Dios, Julián… ¡no me digas que traías eso debajo de tu saco!

91.    JULIÁN: Sí, ¿cómo ves? Fue como ir sin ropa interior a misa. (SUGERENTE) Lo hice por saborear el gusto… de lo prohibido.

JULIÁN SE LE ACERCA, INSINUANTE, A NABOR. VA A TERMINAR SENTADO AL LADO DE NABOR, O SOBRE SUS PIERNAS.

92.    NABOR: Pues menos mal que no te quitaste el saco, porque si nuestras visitas te hubieran visto, yo creo que no nos la acabamos.

93.    JULIÁN: ¡Hasta crees que iba a hacerlo! Además, seguramente no habrían reconocido el significado de mi camiseta.

94.    NABOR: Quien sabe, quien sabe… se ve que la señora Pancardo sabe mucho más de lo que aparenta… nunca te fíes de las gentes que se ven demasiado ingenuas o tontas, Julián, esas luego resultan de lo peor.

EN ESO, SALE VANESA DE LA COCINA, CON UNA COPA DE COÑAC EN LA MANO.

95.    VANESA: (SIN ASPAVIENTOS, AUNQUE CON UN DEJO DE TRISTEZA) Vaya, veo que el ambiente se está poniendo bastante candente por aquí.

COMO LA PRESENCIA DE VANESA NO MOLESTA A NABOR O A JULIÁN, ES OBVIO QUE ELLA ESTÁ ACOSTUMBRADA A VER ESTE TIPO DE ESCENAS. JULIÁN ESTÁ MUY OCUPADO DESABROCHANDO LOS BOTONES DEL SACO Y LA CAMISA DE NABOR.

96.    NABOR: Sí, querida… (CÍNICO) ¿No quieres unirte a la celebración extraoficial de mi nombramiento?

97.    JULIÁN: La cosa se va a poner buena.

98.    VANESA: Gracias por la invitación, pero prefiero irme a dormir; preparar esta cena me ha dejado exhausta.

VANESA VA A RETIRARSE A RECÁMARAS, Y MIENTRAS CRUZA EL ESCENARIO.

(EFECTO= TIMBRE DE LA PUERTA)
TODOS SE QUEDAN ESTUPEFACTOS Y SE ALARMAN. VANESA SE DA CUENTA QUE EL SOMBRERO DEL SEÑOR PANCARDO SIGUE SOBRE EL PERCHERO. LA SIRVIENTA SALE DE COCINA, PERO VANESA LA REGRESA.

99.    VANESA: Yo abro, Rosa… deben ser los Pancardo. (A NABOR) Rápido, hagan algo, no se queden ahí. ¡Muévanse!

JULIÁN NO TIENE OTRA MÁS QUE SALIR CORRIENDO A RECÁMARAS. NABOR SE REABOTONA LA CAMISA Y EL SACO; SE REACOMODA EL CABELLO.

(EFECTO= TIMBRE DE LA PUERTA)
YA CUANDO TODO ESTÁ BAJO CONTROL, VANESA SALE A ABRIR LA PUERTA. EFECTIVAMENTE, ES EL MATRIMONIO PANCARDO.

100.  SR. PANCARDO: ¿Qué crees, Vanesa? El Alzheimer atacó de nuevo.

101.  SRA. PANCARDO: A Homerito se le olvidó su sombrero. ¿Qué contrariedad, no? Disculpen la molestia.

102.  NABOR: (DISIMULANDO) Oh, no es ninguna molestia… en absoluto.

103.  VANESA: (ENTREGA EL SOMBRERO) Aquí tiene señor Pancardo.

104.  SR. PANCARDO: Muchas gracias… ahora sí, arrivederchi.

105.  SRA. PANCARDO: (A VANESA) No dejes de contarme luego la visita al rancho de Don Vicente.

106.  VANESA: Así lo haré.

LOS PANCARDO SALEN. VANESA CIERRA LA PUERTA, SUSPIRANDO ALIVIADA.

107.  VANESA: Este tren de vida me va a matar.

108.  NABOR: No eres la única, mujer… no eres la única.

109.  VANESA: Bueno, ahora sí, es tiempo de descansar. (LE DA UN BESITO EN LA MEJILLA) Mañana empieza una nueva vida para todos nosotros.

VANESA SE RETIRA A RECÁMARAS, COPA EN MANO. EN EL CAMINO SE ENCUENTRA CON JULIÁN, QUE REGRESA DE RECÁMARAS.

110.  VANESA: (A JULIÁN) No me lo desvele mucho, licenciado Álvarez. Hasta mañana.

VANESA SALE. JULIÁN SE APROXIMA A NABOR, QUE SE HA QUEDADO MEDITABUNDO.

111.  JULIÁN: Pero ya quita esa cara, hombre… vamos a poner un poco de música.

JULIÁN SE ACERCA AL MODULAR Y LO ENCIENDE. ENTRA VANESA, CARACTERIZADA COMO “MUJER DE NEGRO” O DE VIUDA, Y COMIENZA A TOCAR SU SAXOFON.

(MÚSICA= ALGO ROMÁNTICO, COMO VALS)

112.  JULIÁN: (CABALLEROSO, A NABOR) ¿Me concede esta pieza?

NABOR, UN POCO MÁS ANIMADO, TOMA LA MANO DE NABOR Y COMIENZAN A BAILAR JUNTO CON ÉL, MUY SUAVEMENTE. BAILAN UN MOMENTO, MIRÁNDOSE A LOS OJOS, CON AMOR.

113.  JULIÁN: A partir de mañana, estoy seguro que a todos nos espera un mejor destino.

114.  NABOR: Sí, por lo menos ya estaremos estrenando nuestros Rolex. Y podremos irnos más seguido de vacaciones a San Francisco, Ibiza… y hasta Tailandia.

115.  JULIÁN: (SE RÍE, DIVERTIDO) No me refería precisamente a eso… sino a lo “otro”.

116.  NABOR: ¿Qué “otro”?

117.  JULIÁN: ¿Ya se te olvido lo de nuestro “proyecto”?

NABOR ENTIENDE A QUE SE ESTÁ REFIRIENDO JULIÁN. MOLESTO, DEJA DE BAILAR. TOMA EL CONTROL REMOTO Y APAGA EL MODULAR.

(MÚSICA= SALE)
118.  NABOR: ¿Ya vas a empezar otra vez con eso?

119.  JULIÁN: Es que este es el momento propicio para echar a andar los planes.

120.  NABOR: La cosa no es tan fácil como piensas, Julián… yo no sé porqué no abres lo ojos y encaras la realidad.

121.  JULIÁN: Nabor, estás precisamente en el lugar adecuado, en el puesto adecuado, para poder empezar a cambiar el sistema desde adentro. ¡Formas parte del sistema que elabora las leyes de este país!

122.  NABOR: Sí, pero eso no significa que pueda hacer lo que se me venga en gana. Entiende, apenas acabo de reingresar a las ligas mayores… de ahora en adelante, tendré que ser muy cuidadoso con cada declaración que haga… la prensa siempre estará ahí acechando, al pendiente de cualquier resbalón que tenga.

123.  JULIÁN: Bájale, bájale, papito… todavía no eres tan influyente como para que cada palabra que salga de tu boca tenga repercusiones tan fuertes. (ÁCIDO) ¿O qué? ¿Si sales del clóset y te declaras homosexual se va a caer la bolsa de valores? ¿El peso se va a hundir o Estados Unidos va a mandar tropas para secuestrarte?

124.  NABOR: (MOLESTO) Me encantaría que supieras cuánto me molesta que empieces con tus pequeños comentarios, tan “corrosivitos”.

125.  JULIÁN: Ya sabes que a mí no me gustan las medias tintas.

126.  NABOR: Sí, por eso varias veces esta noche estuviste a punto de meter la pata; que digo, ¡las cuatro! (REMEDA) “Pues no señora Pancardo, no tengo novia… y por el momento no me interesa tenerla.” (TR.) Debes cuidar más esa bocaza que tienes, Julián.

127.  JULIÁN: (BURLÓN) Jmmm, no dices precisamente eso cuando estamos en “la intimidad”.

128.  NABOR: (EXASPERADO) ¡Estoy hablando en serio, carajo!

JULIÁN SE ASUSTA UN POCO CON LA REACCIÓN DE NABOR. DE LA SALIDA A RECÁMARAS, VEMOS UNA SOMBRA PROYECTADA, QUE TIENE UNA COPA EN LA MANO. (ES VANESA, PERO NINGUNO DE LOS OTROS DOS SE PERCATA DE LA PRESENCIA DE LA OTRA).

129.  NABOR: Por favor entiende que para la carrera que he escogido, ¡es muy importante conservar una imagen respetable!

130.  JULIÁN: Claro, si hubieras sido, no sé… actor, poeta o músico, hasta te vendría bien ir por la calle gritando (ALZANDO LA VOZ) “Soy un invertido, un hombre sensible e incomprendido”.

131.  NABOR: Por favor, baja la voz… que el servicio te va a escuchar.

132.  JULIÁN: Descuida querido, que todavía no hay micrófonos ocultos por aquí. (LEVANTA UNA ALMOHADA) ¿O sí?

133.  NABOR: Ya párale por favor, Julián… y por favor no me vengas con esa cantaleta de que “no te gustan las medias tintas”; porque la verdad, es que tú también eres cómplice de la doble moral… tú también tienes tus secretitos, licenciado Álvarez.

134.  JULIÁN: No tienes que restregármelo en la cara todos los días.

135.  NABOR: ¿Ah, no? ¿Al señorito no le gusta que le recuerde del barcillo de mala muerte de dónde lo saqué? ¿No le gusta que le recuerde que el título de abogadito que le conseguí es tan falso como un billete de treinta pesos?

136.  JULIÁN: (DOLIDO) Tú sabes que trabajaba en ese bar para pagar mis estudios y que llegué hasta el tercer semestre en la facultad… ¿por qué siempre tienes que chantajearme con ese cuento de “todos los sacrificios” que has hecho por mí?

137.  NABOR: Porque es cierto y me parece justo recordarte que tú también tienes tu colita que te pisen, “licenciado”.

138.  JULIÁN: (SENTIDO) Y me dices todo esto con tal de evitar el otro tema, ¿verdad?

139.  NABOR: ¿Qué otro tema?

140.  JULIÁN: No te hagas… ¡el de elaborar y promover una iniciativa de ley que apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo!

ES OBVIO QUE ESTO ES ALGO DE LO QUE NABOR NO QUERÍA HABLAR.

141.  NABOR: Julián, mira, éste no es el momento.

142.  JULIÁN: No, nunca es el momento. Es obvio que te estás vendiendo al sistema, quieres jugar el juego y estás dispuesto a sacrificar todos tus ideales con tal de seguir viviendo en tu mundito de comodidades.

143.  NABOR: No he dicho que no lo voy a hacer… sólo te pido tiempo. El sistema no cambiará de un día para otro. Y Roma no se hizo en un día. (TR., CONCILIADOR) Pero mira, ven, esta noche ya no discutamos más… vamos a pasarla bien, juntos los dos.

NABOR SE ACERCA A JULIÁN, CON GANAS DE ACARICIARLE EL CABELLO. PERO JULIÁN LO EVITA.

144.  JULIÁN: (SENTIDO) Tú eres de los que da “pan con cordonazo”, ¿verdad?

145.  NABOR: (DESCONCERTADO) ¿Perdón?

146.  JULIÁN: Primero haces sentir desgraciado a uno, y luego pides disculpas, como tratando de enmendar tus desplantes. Olvídalo, esta celebración por hoy ya se terminó, al menos para mí. Nos vemos.

JULIÁN SE DIRIGE A LA PUERTA, EN EL CAMINO TOMA SU SACO, SE LO PONE; SE RETIRA DANDO UN PORTAZO. NABOR SALE DETRÁS DE ÉL.

147.  NABOR: No, Julián, espera… ¡Julián!

NABOR SALE A LA CALLE, TRAS SU AMANTE. EL ESCENARIO SE QUEDA SOLO UNOS INSTANTES. LUEGO, VANESA SALE DE RECÁMARAS, EN SU BATA DE SEDA, CON SU COPA EN LA MANO. ENCIENDE EL MODULAR CON EL CONTROL REMOTO; LUEGO, UN CIGARRO.
(MÚSICA= VALS, DEL MODULAR)

ES LA MISMA MÚSICA CON LA QUE NABOR Y JULIÁN BAILABAN. VANESA SE QUEDA PENSATIVA MIENTRAS ESCUCHA LA MÚSICA.

LAS LUCES SE APAGAN. FIN DEL SEGUNDO CUADRO.


LAS LUCES SIGUEN APAGADAS. EN EL COMEDOR ESTÁN PRESENTES UN MONTÓN DE REPORTEROS, JUNTO CON NABOR, VANESA Y JULIÁN. LO ÚNICO QUE LOS ILUMINA SON LAS LUCES INTERMITENTES DE LO QUE AL PARECER ES UNA PATRULLA.
(EFECTO= SIRENA PATRULLA)
TODOS ESTÁN ESTÁTICOS EN SUS LUGARES, NADIE DICE NADA NI SE MUEVE. ENTRE LOS REPORTEROS PRESENTES, DEBE HABER VARIAS MUJERES. TAMBIÉN ENTRE ELLOS DEBE ENCONTRARSE GENARO, QUE MÁS ADELANTE SE DESCRIBE.

148.  REPORTERO: (SÓLO SE ESCUCHA SU VOZ) Y esta noche, tendremos las declaraciones del diputado Restrepo, sobre su iniciativa de ley para cerrar aquellos bares que sean frecuentados por “gentes de costumbres raras”.

LAS LUCES SE ENCIENDEN. LOS REPORTEROS LANZAN SUS PREGUNTAS Y FLASHAZOS. NABOR SE TOMA TODO CON CALMA, VANESA A SU LADO RESPALDÁNDOLO. JULIÁN UN POCO MÁS ALEJADO, PERO AL PENDIENTE DE TODO (TIENE VARIOS FOLLETOS EN LA MANO). AL FONDO, SE HA COLOCADO UNA PANTALLA DE PROYECCIÓN (O UNA TELEVISIÓN GIGANTE), QUE SE USARÁ MÁS ADELANTE.

149.  NABOR: Pues, como les iba diciendo, señores de la prensa… esta propuesta mía, ha salido en función de que considero que es mi deber como ciudadano velar por la salud física y mental de nuestra juventud… éste es uno de los múltiples pasos que pienso dar, para cuidar a nuestros muchachitos de la corrupción de que pudieran ser objeto por parte de individuos de… conductas desviadas.

VANESA Y JULIÁN PERMANECEN AL LADO DE NABOR, PERO EN SUS ROSTROS PODEMOS VER RETRATADA LA INCONFORMIDAD.

150.  NABOR: A continuación, mi secretario les repartirá un documento en el que detallo los puntos de mi campaña, a la que he denominado, operación “Limpieza Rosa Mexicano”. (TR.) Pero antes, quiero mostrarles a ustedes un breve video sobre el degenere que se vive en los antros de perdición que quiero cerrar, para que ustedes sean testigos de las cosas horrendas que pasan en esos tugurios.

LAS LUCES BAJAN UN POCO. EN LA PANTALLA VEMOS PROYECTADA UNA SERIE DE IMÁGENES DONDE SE MUESTRAN TORSOS DESNUDOS DE HOMBRES ATRACTIVOS; ASÍ COMO DE VEZ EN CUANDO ALGUNOS TRASEROS MASCULINOS INTERESANTES; TODOS BAILANDO AL RITMO DE MÚSICA SUGESTIVA.

(MÚSICA= DANCE)
LOS HOMBRES REPORTEROS SE MIRAN ENTRE SÍ, UN POCO ESCANDALIZADOS, MÁS POR ENVIDIA DE LOS CUERPOS QUE VEN QUE POR “REPUGNANCIA”. ALGUNAS MUJERES REPORTERAS PIERDEN LA COMPOSTURA Y GRITAN MUY EXCITADAS, COMO SI ESTUVIERAN EN ALGÚN SHOW CHIPPENDALE. VANESA SE UNE A LA FIESTA DE LAS REPORTERAS, QUE TOMAN NOTA FRENÉTICA DE LO QUE ACONTECE. NABOR TOMA DEL BRAZO A JULIÁN Y SE LO LLEVA A UN APARTE.

151.  NABOR: Julián, esa NO es la cinta que tenías que poner… era la otra, la del reportaje que mandé hacer.

152.  JULIÁN: Ah caramba… ¿cómo pude haber cometido un error de esa magnitud? Me he de haber confundido.

153.  NABOR: (LE DA UN ZAPE) Confundido tienes el culo, cabrón.

154.  JULIÁN: (DISCRETO) Licenciado Restrepo, una cosa es que se olvide de sus raíces gays y otra muy diferente que ande por ahí lanzando ataques a sus compañeros de gremio. Eso de veras, es no-te-ner ma-dre.

155.  NABOR: Entiéndeme, este numerito lo tuve que armar para darle un poco el avión a los Pancardo… ellos nos apoyaron con mucho dinero en la campaña y ahora tengo que corresponderles de alguna manera, promoviendo un operativo del que me han insistido mucho. Todo es parte del juego, ni te fijes.

156.  JULIÁN: (SE QUEDA CALLADO UN MOMENTO Y LUEGO DICE) Por cierto, ¿ya te diste cuenta que en tu lista negra pusiste precisamente el bar donde nos conocimos?

157.  NABOR: (LE DA UN MUY OPORTUNO ACCESO DE “TOS”)

158.  JULIÁN: ¿Y ahora dime… qué va a ser de aquellas parejas cuyo “destino” era conocerse en ese preciso lugar, y que hora tú te vas a encargar de cerrar?

159.  NABOR: Pues si “el destino” lo quiere, ya se conocerán en otro lado. Y deja de molestar, que ahora tengo que ver cómo arreglo este desaguisado en el que me acabas de meter.

NABOR SE ACERCA HACIA DONDE ESTÁ LA PANTALLA Y LA APAGA MÁS PRONTO QUE INMEDIATAMENTE.

160.  NABOR: (UN POCO NERVIOSO) ¿Ya lo ven? ¿Ya lo ven? ¡No hay más que vicio y degeneración en esos lugares! Pura corrupción de menores. Pobres jovencitos, tan tiernitos, en edad de formación, con sus mentecitas (SE LE SALE) y cuerpecitos tan… digo, bueno, ustedes saben a lo que me refiero. Y por todos los horrores que acabamos de ver, creo que es más que evidente el porqué de mi iniciativa de ley “Limpieza Rosa Mexicano”. ¿Alguna pregunta, señores de la prensa?

UNA REPORTERA LEVANTA LA MANO.

161.  NABOR: Dígame, señorita.

162.  REPORTERA 1: Oiga licenciado, ¿dónde puedo conseguir una copia de ese video?

163.  REPORTERA 2: Sí es un muy buen material… periodístico, quiero decir.

MIENTRAS TANTO, LOS REPORTEROS COMIENZAN A EXAMINAR SUS FOLLETOS, ADENTRO DE ELLOS VIENEN CONDONES, TODOS SE MIRAN EXTRAÑADOS ENTRE SÍ, PERO NADIE DICE NADA.

164.  NABOR: (HACIENDO ACOPIO DE PACIENCIA) Mi secretario particular les dará toda la información al respecto.

165.  REPORTERO 1: Y díganos, don Nabor… ¿está usted de broma hoy?

166.  NABOR: Eh… no entiendo la pregunta, joven.

167.  REPORTERO 2: A lo que se refiere mi colega es que, adjunto a su documento de iniciativa de ley, viene un folleto sobre el sexo seguro y “esto” (LE MUESTRA EL CONDÓN EN SU EMPAQUE).

NABOR SE QUEDA DE UNA PIEZA. VOLTEA A MIRAR A JULIÁN, SE QUE SE LIMITA A TARAREAR ALGUNA CANCIÓN, HACIÉNDOSE EL DESENTENDIDO. VANESA AL QUITE.

168.  VANESA: Lo que pasa es que mi marido quiere que ustedes tengan información de primera mano, que vean el tipo de panfletos que circulan en esos lugares… como ustedes se darán cuenta, se trata de invitaciones a una vida disipada, al libertinaje y el degenere.

169.  REPORTERO 2: Pues a mí me parece que este folleto y este condón son buenas iniciativas de salud pública.

170.  NABOR: Bueno, bueno… es cuestión de enfoques, hay quienes ven el vaso medio vacío y quienes el vaso medio lleno… ustedes saben que yo abogo por una sociedad orientada a la familia, a los valores, al sexo destinado únicamente a la procreación.

171.  REPORTERA 1: (COMPLETANDO, HACIENDO MOVIMIENTOS PÉLVICOS) ¡Y también a la recreación!

TODOS LOS REPORTEROS SE RÍEN. NABOR NO SABE QUÉ MÁS HACER PARA CONTROLAR LA SITUACIÓN.

172.  NABOR: Bueno, bueno… creo que por hoy daremos por terminada la sesión de preguntas y respuestas. Damas y caballeros, muchas gracias por su amable presencia.

173.  REPORTEROS: (PROTESTAS AD LIB.)

LOS REPORTEROS COMIENZAN A RETIRARSE. VANESA SE DESPIDE DE TODOS ELLOS EN LA PUERTA DE SALIDA. (OJO, TODOS LOS INVITADOS DEBEN SALIRSE, MENOS UNO DE ELLOS; SE TRATA DE GENARO, UN INDIVIDUO LIGERAMENTE AFEMINADO, MÁS JOVEN Y GUAPO QUE JULIÁN. GENARO SE QUEDA SENTADO EN ALGUNA SILLA DEL COMEDOR, ESPERANDO. MIENTRAS TANTO, JULIÁN SE ACERCA A NABOR.

174.  JULIÁN: (DISCRETO) ¿Estás enojadito, “Nabito”?

175.  NABOR: Ya te dije que no me gusta que me digas así en público… “Juliancito”. Y no, no estoy enojado, sino encabronado… mira que hacerme este tipo de bromitas enfrente de los reporteros… ves que todos ellos son un nido de víboras y todavía le echas más leña al fuego.

AL FONDO, VEMOS QUE VANESA SE DA CUENTA QUE GENARO NO SE HA RETIRADO. SE ACERCA A PLATICAR CON ÉL, Y ELLA ASIENTE CUANDO ESCUCHA LO QUE GENARO LE DICE. JULIÁN Y NABOR SIGUEN EN LO SUYO.

176.  JULIÁN: Bueno, lo que pasa es que quería que tuvieras una toma de conciencia.

177.  NABOR: ¿Una, qué?

178.  JULIÁN: “Toma de conciencia”, Nabor… para que te des cuenta que estás pisando, por decirlo en tus propias palabras, un terreno muy resbaladizo… te estás volviendo hipócrita y eso te va a acarrear muy graves problemas. O estás a favor de un movimiento o en contra de él. Es algo así como lo que escuché en una película: si eres gay, estás de un lado de la carretera; si eres buga, estás del otro lado… pero si no eres ni lo uno ni lo otro, pues te pueden atropellar por andar en medio del camino.

179.  NABOR: Julián, mejor bájale a tus ínfulas de guerrillero enclosetado… Y de una vez déjame aclararte una cosa: yo me manejo como creo que tengo que hacerlo y punto… independientemente de que te guste a ti o no. Por eso eres mi secretario, no mi consejero. Tú tomas nota de mis declaraciones y me coordinas la agenda. Nunca te he pedido opinión, ni te la pediré, sobre lo que debo o no debo hacer. ¿He sido claro?

JULIÁN SE QUEDA CALLADO, MOLESTO Y ALGO SENTIDO POR LAS PALABRAS DE NABOR. EN ESO SE ACERCA VANESA.

180.  VANESA: Nabor, ejem… el joven que está sentado ahí dice que tiene cita contigo… para lo de un anuncio que pusiste en el periódico.

181.  JULIÁN: ¿Anuncio? ¿Qué anuncio?

182.  NABOR: (A JULIÁN) No eres el único que amaneció con ganas dar “sorpresitas”… (A GENARO) Ven muchacho, acércate.

GENARO, UN POCO TIMIDO, SE ACERCA A NABOR Y COMPAÑÍA.

183.  NABOR: Les presento a Genaro Villalongín, mi asistente segundo.

VANESA Y JULIÁN SE QUEDAN DE UNA PIEZA.

184.  VANESA Y JULIÁN: ¿Tu queeé?

185.  NABOR: Mi asistente segundo. En vista de que Julián tiene tanto trabajo, y que por eso luego se le confunden las cintas de video y los folletos de propaganda, he decidido aligerarle la carga… (A JULIÁN) Tú ahora coordinarás mis relaciones públicas, y Genaro se encargará de mis necesidades “personales”.

VANESA Y JULIÁN ESTUPEFACTOS AL ESCUCHAR ESTO ÚLTIMO.

186.  NABOR: No pongan esa cara… a lo mejor no me expliqué con claridad.

187.  VANESA: Más claro ni el agua, querido.

188.  NABOR: Quise decir que ahora Genaro se encargará de llevar la agenda y mis llamadas telefónicas; en tanto que Julián será el encargado de recibir la correspondencia, contestarla, elaborar los oficios y, lo más importante, quedarse en la oficina a recibir a todas aquellas personas que quieran contactarme.

JULIÁN ESTÁ MUY SENTIDO POR LO QUE NABOR ESTÁ DICIENDO.

189.  JULIÁN: (A GENARO, DOLIDO) Vaya, veo que las nuevas generaciones ya están afilando los colmillos; por cierto, Genaro, ¿de dónde saliste, me explico…dónde estudiaste?

190.  GENARO: En una universidad privada, señor… ¿y usted?

191.  JULIÁN: En una hermosa y democrática escuela pública.

192.  NABOR: (MALA LECHE) ¿Tú eres pasante, verdad Genaro? Aquí el licenciado Julián Álvarez ya se tituló. Por eso lo estamos promoviendo a un puesto un poco más sofisticado. Pero todos empezamos desde abajo, igual así empezó (VIENDO A JULIÁN) el licenciado.

JULIÁN NO TIENE DE OTRA MÁS QUE AGUANTARSE.

193.  NABOR: Vanesa, por favor lleva a Genaro a la cocina, para que el servicio se ponga a sus órdenes… para que cuando se mude aquí, no haya ningún problema.

VANESA SE LLEVA A GENARO A LA COCINA. ES OBVIO QUE ELLA TAMBIÉN ESTÁ ASOMBRADA POR LA NOTICIA. CUANDO VANESA Y GENARO HAN SALIDO, JULIÁN ESTALLA.

194.  JULIÁN: ¿Cómo que ese escuinclito se va a venir a vivir a la casa?

195.  NABOR: Pues lógico que si va a ser mi asistente personal, lo necesito disponible para mí las 24 horas del día.

196.  JULIÁN: ¿Y yo, que estoy pintado o qué?

197.  NABOR: No, Julito… tú vas a quedarte a vivir en la oficina. Alguien tiene que estar allá también las 24 horas del día, recibiendo los faxes que llegan a medianoche.

JULIÁN SE DA CUENTA QUE LO ESTÁN DESPLAZANDO. NO SABE NI QUÉ DECIR, ESTÁ LASTIMADO Y DOLIDO.

198.  JULIÁN: Me quieres lejos de ti, ¿verdad?

199.  NABOR: No lo tomes así, Julián… simplemente, te estoy colocando en el lugar donde creo que puedes desempeñarte con mayor eficiencia.

200.  JULIÁN: No, no es cierto… ¡lo que pasa es que ahora quieres ligarte a este tipo y por eso me relegas!

NABOR SE QUEDA CALLADO, ALGO CULPABLE.

201.  JULIÁN: Te estás desquitando porque siempre te ando critique y critique, ¿verdad? Es eso… desquite y… calentura.

202.  NABOR: ¿Perdón, qué dijiste?

203.  JULIÁN: Lo que oíste, “quieres” con ese tal Genaro o cómo se llame. Y claro, a mí me mandas a volar, me haces a un lado y me corres de tu vida… como a un pinche perro.

204.  NABOR: (CÍNICO) No… si Canito no se va, él se queda aquí en la casa, en su perrera, claro está.

JULIÁN MORTIFICADO POR LO QUE ESCUCHA.

205.  NABOR: Y con tu permiso, me retiro a descansar… ha sido un día muy intenso, lleno de sorpresas para todos. Ah, por favor dile a Genaro que suba a darme un masajito, por favor.

NABOR SE RETIRA A RECÁMARAS. JULIÁN SE QUEDA AHÍ PARADO, COMO UN POBRE IDIOTA. VANESA Y GENARO SALEN DE COCINA.

206.  JULIÁN: Que dice el licenciado Restrepo que suba el joven Geranio a darle su masaje.

207.  GENARO: (TEMEROSO) Soy Genaro, señor.

208.  JULIÁN: Lo que seas, pues. Sube ya.

209.  GENARO: Sí, señor.

210.  JULIÁN: ¡Y no me digas “señor”, carajo! Me haces sentir… (DEPRIMIDO) viejo.

211.  GENARO: No señor, digo… no, licenciado.

212.  JULIÁN: Tampoco me digas así, no me gusta que me digan así.

213.  GENARO: Bueno, está bien.

214.  JULIÁN: Álvarez, me apellido Álvarez.

215.  GENARO: (ENFRENTÁNDOLO) Está bien, “señorito” Álvarez.

VANESA SE DA CUENTA QUE EL ENFRENTAMIENTO ESTÁ A PUNTO DE DARSE.

216.  VANESA: Mejor ya súbete Genaro, por favor.

GENARO VA A SUBIRSE A RECÁMARAS, PERO JULIÁN LO DETIENE.

217.  JULIÁN: Una pregunta, Geranio-Genaro… (MALA LECHE) ¿A poco enseñan a dar masajes en las escuelas privadas?

218.  GENARO: Oh, no… (MALICIOSILLO) Eso lo aprendí en otro lado… con su permiso, señorito Álvarez.

GENARO SUBE A RECÁMARAS. JULIÁN Y VANESA SE QUEDAN SOLOS.

219.  JULIÁN: (AL BORDE DE LAS LÁGRIMAS) No puedo creerlo, después de todos estos años… (LLORA)

SIN INMUTARSE, VANESA LE EXTIENDE UN PAÑUELO A JULIÁN. LUEGO ELLA SE ENCIENDE UN CIGARRO, FUMA.

220.  VANESA: Ya Julián, deja de hacerle al melodrama desatado, que no te queda.

221.  JULIÁN: Es que de veras me duele que me traten de esta forma. Uno que se desvive por hacer feliz a la pareja y ya ves, lo tratan a uno con la punta del pie.

222.  VANESA: Bueno, no puedes negar que varias veces ya le habías hecho la vida de cuadritos al pobre de Nabor. Por aquello de que siempre le andabas reclamando su doble vida.

223.  JULIÁN: (CHILLÓN) Prometo que no lo vuelvo a hacer.

224.  VANESA: Se me hace que ya es un poco tarde para eso. Mira, tómalo con filosofía… lo de ustedes fue un ciclo que acaba de cerrarse y, pues, a otra cosa, (LO ENCARA) “mariposa”.

225.  JULIÁN: (SECÁNDOSE LAS LÁGRIMAS Y SONÁNDOSE LA NARIZ) Admiro mucho tu entereza para soportar todas estas cosas… mira que aguantar todas las escapadas que tu esposo y yo teníamos, pues no cualquiera, ¿eh?

226.  VANESA: Bueno, todos obtenemos algo a cambio de ceder en otras cosas… aunque todo tiene un límite; créeme, de verdad es intolerable ver cómo se van acumulando los esqueletos en el armario de Nabor.

227.  JULIÁN: (ASUSTADO) ¿Los esqueletos? ¿Qué, también le gusta ponerle con los difuntos?

228.  VANESA: No, Julián. Es una expresión… quiere decir todos los “pequeños y sucios secretos” que la gente oculta a la vista de los demás; esos son los esqueletos, que luego salen y les pegan de sustos a los que los guardan.

229.  JULIÁN: ¿Algo así como lo que le pasó a Clinton con la Lewinski?

230.  VANESA: Exacto. Aunque en el caso de Nabor, los esqueletos no están en el armario, sino “en el clóset”, ¿captas?

231.  JULIÁN: Oh, sí claro… los esqueletos en el clóset. Supongo que ahora soy uno de ellos. Uno más para la colección.

232.  VANESA: Eso es algo que podrías usar a tu favor.

233.  JULIÁN: ¿Exactamente a qué te refieres?

234.  VANESA: Sólo imagínate el escándalo que se armaría si se llega a saber que tú y Nabor… ¡fueron amantes!

JULIÁN MIRA A VANESA, ASUSTADO.

235.  JULIÁN: Manita, no me estás tratando de chantajear, ¿verdad?

236.  VANESA: No, menso; pero piensa en la posibilidad de asegurarte un medio de vida utilizando “el secretito” de Nabor para poder seguir gozando de una vida cómoda.

237.  JULIÁN: Eh, perdóname pero discúlpame… pero creo que estamos hablando de tu marido, querida.

238.  VANESA: Nuestro marido, querido. Que ahora tiene el descaro de engañarnos a ti y a mí.

239.  JULIÁN: Francamente, yo no veo las razones por las que tú quisieras formar parte de un plan así… después de todo, vives bien aguantando los pecadillos de Nabor.

240.  VANESA: Sí, pero tenemos que ser realistas, Julito… digo, Julián; Nabor dice que quiere cuidar su imagen y bla, bla, bla… pero lo cierto es que cada vez se preocupa menos por guardar las apariencias. Digo, ese tal Geranio tiene escrito en toda la cara la frase “¿Soy joto, y qué?”.

241.  JULIÁN: Vaya, veo que no soy el único que leyó eso en la cara del escuincle ese.

242.  VANESA: ¿Ya lo ves? Tarde o temprano la bomba va a estallar. Todo el show de Nabor se caerá y nosotros, tú y yo, vamos a sufrir los resultados de sus imprudencias. Tenemos que pensar a futuro, comadrita.

243.  JULIÁN: Pues sí, viéndolo así, tienes razón… pero, espera un momento; se supone que ambos lo amamos, lo queremos. Después de todo, tú eres su esposa.

244.  VANESA: Y tú eres su pareja de años.

ENTRE LOS DOS SE HACE UN SILENCIO. SE QUEDAN PENSATIVOS.

245.  JULIÁN: ¿Qué pasará cuando se escapen los esqueletos que tenemos relegados en el clóset y comiencen a danzar frente a nosotros?


OSCURO. FIN DEL TERCER CUADRO.